Cuando NO TIENES, NI PONES LÍMITES, aceptas MUNDOS DE MENTIRA costándote mucho más reconocer el de verdad (el que REALMENTE mereces), siendo muy fácil que termines cediendo a las artimañas, taras, personajes y avatares disfrazados de emoticonos..., antes, que, a una mirada sincera cara a cara y reveladora, que le diga a tu corazón (al ritmo de tus latidos), SÍ, eres tú... o no... PERO sigo, CONMIGO.